Los profesionales sanitarios que atendemos a las madres lactantes, debemos seguir unas recomendaciones para proteger a la madre, al bebé y a la lactancia
Antes de la operación:
- Valorar postponer la cirugía electiva hasta que el niño sea mayor, se haya establecido la lactancia y la producción de leche sea adecuada.
- Debemos animar a las madres lactancia a extraerse leche antes de una cirugía para que haya leche disponible en caso de separación madre-bebé
- Madre y bebé deben estar acompañados por otro adulto que supervise al bebé después de una sedación, anestesia general o si se administran opiodes.
- Las madres lactantes se deben programar a primera hora el día y, si no hay riesgo de aspiración, el ayuno de líquidos claros puede ser de 2 horas.
- Las madres deben amamantar o sacarse leche justo antes del inicio del procedimiento.
Durante la operación:
- Considerar a las técnicas regionales como de primera elección, para minimizar el uso de agentes sedantes.
- Administrar profilaxis adecuada frente a náuseas y vómitos postoperatorios.
- La estrategia de reposición de líquidos debe ir encaminada a mantener la volemia y evitar la hiperhidratación y el edema.
- Realizar analgesia multimodal y minimizar el uso de opiodes.
Postoperatorias:
- Las madres de bebés sanos a términos pueden amamantar tan pronto se encuentren en la sala de Reanimación.
- Si no se permite la entrada de niños a la sala de Reanimación por motivos justificados, se debe proporcionar a la madre un sacaleches o apoyo para la extracción manual inmediatamente después de la cirugía.
- En caso de niños vulnerables, considerar una breve interrupción de la lactancia y recomendar a la madre que se extraiga leche en cuanto esté consciente con el mismo ritmo que hacía las tomas al pecho (cada 2-4 horas en función de la edad del niño). La leche no hay que desecharla, puede mezclarse con leche que no contenga restos de fármacos, o congelarse para utilizarse en otro momento.
- Se recomienda un uso racional de los opiodes, a la menor dosis posible y durante el menor tiempo posible que proporcionen una adecuada analgesia. Se recomienda que un adulto diferente de la madre vigile al bebé durante los días de tratamiento.